En el año 2001 mi familia decide mudarse a la parte sureste de San Pedro Sula, sector Calpules. El área estaba en vías de desarrollo, su gente era muy amigable, humilde y trabajadora. No tenía mucha población como la tiene en la actualidad, el ambiente era seguro y confiable. Mi familia estaba esperanzada de que todo marcharía bien en la comunidad, pero cuando el clima de los meses lluviosos comenzó, se dieron cuenta de que existía un grave problema que al son de hoy, 20 años después, sigue sin solucionarse. Este problema no solo afecta a sector calpules, sino también a varias colonias aledañas como La Pradera, Sandoval, Satélite, La Lima, Planeta, y parte de la 33 calle, este problema tiene que ver con el sistema de alcantarillado público.

En esta comunidad contamos con un sistema de aguas residuales construido aproximadamente hace más de cuatro décadas, hoy en el año 2021 la población se ha quintuplicado en el sector, colapsando la capacidad de las tuberías que fueron inicialmente diseñadas para una cantidad menor de habitantes. Aparte del hecho de que estas tuberías son demasiado pequeñas para la demanda existente, hay otras situaciones que contribuyen a que el problema se haga más y más grande a medida pasa el tiempo.

Primero, cada vez que llueve, las alcantarillas destinadas para las aguas negras se llenan de agua lluvia ya que muchas alcantarillas están quebradas. Segundo, muchos hogares dirigen su agua lluvia hacia las tuberías de aguas negras y tercero las personas siguen con su mala cultura de tirar la basura en las calles lo que lleva a el estancamiento de estos desechos en las tuberías obstruyendo el paso del agua. Todo esto provoca que el sistema llegue a los limites de su capacidad, las cajas se rebalsan y muchas veces esto hace que el agua salga por las tuberías de los baños de las casas. En lo particular, nos hemos visto en la obligación de instalar una válvula de 6 pulgadas para prevenir que el agua de la alcantarilla regrese de nuevo a la propiedad y así evitar que las cajas de registro de nuestra casa colapsen.

Pero no todos pueden instalar este sistema de alivio en sus casas, la mayoría de las personas en este sector tienen que dejar que su caja principal, ubicada afuera de su propiedad, se rebalse. Las calles y los pasajes se inundan de estas aguas contaminadas que se mantienen ahí por varias semanas, haciendo de el ambiente un lugar insalubre, exponiendo a la población cercana a muchas enfermedades, especialmente a los niños y adultos mayores, sin mencionar que el agua acumulada también es un ambiente perfecto para que los zancudos que transmiten el dengue se reproduzcan.

Todos en algún momento hemos pasado por una situación que nos quita el sueño, puede ser un familiar enfermo, la pérdida de un ser querido, una mala condición económica, en fin, muchas circunstancias. Este problema es tan grave que algunas familias de los sectores más vulnerables del sureste no han podido conciliar el sueño en las noches lluviosas, con el temor de que su hogar se vea afectado por los rebalses e inundaciones.

Una de las maneras más factibles en las que este problema se puede erradicar, es renovando por completo el sistema de alcantarillado, acondicionándolo a la demanda de la actualidad. Lo recomendable es que existan dos sistemas para el cauce del agua, un sistema pluvial y uno residual. Las tuberías de estos sistemas deben de tener dimensiones de mayor capacidad que almacenen cantidades mayores de agua, lo que evitaría la sobrecarga de las alcantarillas. El sistema de aguas negras tiene que tener un tratamiento de dichas aguas para poderlas verter a los ríos sin contaminarlos. El sistema pluvial puede verterse directamente a los ríos solamente filtrándolas evitando que llegue cualquier suciedad a las fuentes naturales de agua. Poner en marcha un sistema de drenaje urbano sostenible sería una buena solución a esta problemática. Para el cual se necesita del apoyo de instituciones como Aguas de San Pedro en alianza con la Municipalidad, así como también se necesita de la colaboración de los pobladores en relación a destinar la basura que estanca el paso de las aguas residuales a su respectivo lugar.

Una vez se pueda realizar este proyecto, se brindaría un gran alivio a una buena parte de la población sampedrana que lo ha estado necesitando desde hace ya varias décadas.