Jeffrey Suazo, miembro fundador de ADH y héroe sin capa
11/22/2020 2020-12-07 21:32Jeffrey Suazo, miembro fundador de ADH y héroe sin capa
Los miembros de ADH, como la mayoría de nuestros(as) compatriotas, han sido afectados por el paso del huracán Eta en Honduras. El jueves 5 de noviembre, nos levantamos con la aterradora noticia que una de nuestras compañeras, Nadia Seren, había visto el agua proveniente del rio Chamelecón subir en cuestiones de minutos en su casa de La Lima, Cortés. No le dio tiempo de escapar y estaba refugiada desde la medianoche en el segundo piso de su vivienda, junto a sus hermanas y padres. Sus vecinos que no tenían segunda planta se encontraban en situaciones aún más precarias, esperando ayuda desde los techos de sus casas. Estaban lejos de imaginarse que el rescate tan esperado no vendría de las autoridades competentes, sino que de las(os) hondureñas(os) de buen corazón que sin pensarlo mucho, se precipitaron hacia las zonas inundadas para ayudar a su prójimo.
Jeffrey Suazo, uno de los miembros fundadores de ADH, fue uno de esos héroes. Decidió organizar una operación de rescate con la ayuda de su esposa Dulce Rivera, comprando una lancha de segunda mano en Omoa. Desde San Pedro Sula, condujo bajo la persistente lluvia hacía la costa norte para conseguirla. Allá, conoció a Elder, un generoso pescador de la zona que le ofreció prestarle su motor para la lancha. Elder terminó acompañando a Jeffrey y Dulce hacía La Lima para ayudar maniobrar la embarcación. Cuando finalmente llegaron al agua en la carretera entre San Pedro Sula y el Progreso, ya era muy de noche y no se veía mucho. La corriente se sentía muy fuerte y peligrosa, por lo tanto, decidieron esperar hasta la mañana para aventurarse en la lancha. Después de pocas horas de sueño y a pesar del cansancio, Jeffrey y Elder siguieron con la misma motivación, concentrados en un solo objetivo: alcanzar la casa de Nadia localizada cerca del Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales, también afectado gravemente por las inundaciones. En el trayecto, se encontraron a varias personas y mascotas que necesitaban ayuda y las subieron en la lancha porque tenían claro que no podían dejar a nadie atrás. Finalmente, después de varias horas de incansable labor, alcanzaron a Nadia y su familia en la tarde del viernes 6 de noviembre. Uno por uno, los llevaron hasta tierra firme donde el miedo de quedarse sin agua potable y comida se transformó en una pesadilla lejana.
En momentos tan difíciles como los que ha tenido que vivir Honduras estas últimas semanas, siempre es alentador recordar que la amistad y el amor por su prójimo lo puede todo. Muchas gracias a Jeffrey y Dulce por recordarnos estos principios. ¡Es un orgullo poder llamarlos(as) hermanos(as)!