¿Qué cualidad describe a una Honduras transformada? – Zarela Alvarado

Zarela Alvarado
Que pensamos

¿Qué cualidad describe a una Honduras transformada? – Zarela Alvarado

Autora: Zarela Alvarado

El cambio climático se presenta como uno de los principales retos de nuestra generación, el panorama global no es alentador y lo es menos para países como el nuestro con una alta vulnerabilidad ambiental y social que nos coloca en los primeros lugares de los países que más sufrirán sus consecuencias a pesar de ser uno de los países que menos contaminación genera. Esto quedó evidenciado durante Eta y Iota, huracanes recientes que devastaron nuestro país, sobre todo a los sectores más empobrecidos que incluso varios años después no se recuperan. Ante este panorama resulta indispensable reconocer la existencia de nuevas formas de conocimiento y resistencia para aunar esfuerzos ante la crisis climática.

Hace algunos años, comencé un proyecto de investigación científica que buscaba adentrarse en otras formas de conocimiento endógenas del pueblo originario lenca en comunidades históricamente olvidadas por los diferentes gobiernos e instancias internacionales, en los departamentos de La Paz e Intibucá. Al realizar las diferentes etapas de investigación, fui descubriendo como éstas poblaciones ofrecen diferentes formas de resistencia y control cultural, que van desde practicas rituales hasta modos de vida sustentables para adaptarse a las nuevas crisis globales traídas por el mal llamado modernismo. Estas comunidades me enseñaron que existen diferentes formas de hacer patria y de generar desarrollo. Mientras buscan la forma de persistir con sus modos de vida y comunidades de práctica tradicionales y enfrentan los embates del clima, presentan estrategias de turismo sostenible con enfoque de género, desarrollo de prácticas agrícolas en sintonía con la preservación de los recursos naturales, protegiendo el recurso bosque, agua y en plena defensa de su territorio, en incontables circunstancias, ofrendando su vida.

No pude evitar cuestionar si realmente el desarrollo sostenible es un paradigma posible de lograr mientras se siga aislando a los pueblos más vulnerables que en nuestro país representan poco más del 14% de la población hondureña. Mientras no se tome en consideración otras formas de conocimiento y lucha cultural, estaremos siempre en deuda con las personas que más procuran el bienestar ambiental. Mientras más me adentro en el conocimiento y prácticas de los pueblos originarios, más comprendo lo lejana que está la academia y los Estados de dar respuesta y gestionar proyectos integrales de desarrollo que partan de la realidad misma de su gente y donde ellos sean partícipes y actores fundamentales, y no solo se les lleven políticas impuestas y ajenas a su cosmovisión.

Una Honduras transformada toma en cuenta diferentes formas de conocimiento, se fundamenta en la lucha de los pueblos que históricamente han cargado el peso de un desarrollo económico que desestima lo más valioso que tenemos, que son nuestros recursos naturales y nuestras diferentes culturas, realiza gestiones concretas para mejorar la calidad de vida de todos los grupos vulnerables, construye conocimiento con su gente y para su gente y no deja a nadie atrás.